Uvas blancas españolas

Como continuación de nuestro artículo anterior sobre las uvas autóctonas para la elaboración de vinos, ahora queremos hablaros de las uvas blancas españolas. Al igual que ocurre con las uvas tintas, las uvas blancas producen un mosto (zumo) incoloro que puede recibir mayor o menor coloración dependiendo del tiempo que pase en contacto con los hollejos (pieles), una vez prensadas. Naturalmente, en el caso de las uvas blancas dicha extracción de color será muy leve o sutil, aportando otros elementos que no se aprecian con la vista. Dada esta poca intervención de otros elementos en el proceso de fermentación, estas uvas suelen producir vinos muy frutales y aromáticos que mantienen todo el carácter sensorial de la fruta. Es cierto que en los vinos blancos suele destacar, junto a su frutosidad, su mayor o menor dulzor (vinos más o menos secos), así como las sensaciones aromáticas florales o herbáceas.

Hay algunas variedades de uvas blancas muy conocidas por su extensión internacional, pero aquí queremos pararnos en las que son de origen peninsular y que caracterizan a los distintos vinos de nuestras zonas. Hemos dividido esas uvas en tres grandes grupos que se distribuyen geográficamente de la siguiente manera:

Uvas mediterráneas.

Son las variedades más extendidas por todas las regiones. Posiblemente, su éxito se deba a la facilidad de adaptación de todas ellas a diversas condiciones geográficas y meteorológicas. También es verdad que muchas de ellas ofrecen una vinificación más amable.

También conocida como “airén”, es la uva blanca más extendida. Casi todos los viñedos manchegos se encuentran poblados por esta variedad . No ofrece mostos de gran calidad y valores aromáticos, pero da buenos rendimientos y acepta tratamientos y avances técnicos que están mejorando sus resultados. Su mosto es bastante seco con aromas herbáceos muy ligeros y suele estar muy poco cubierto (color)

Vinos recomendados: Alba de bodegas Eizaga (coupage de Viura, Garnacha y Malvasía)

Es una de las uvas más famosas del Mediterráneo. Está presente en muchísimos entornos geográficos y se caracteriza por su potencial aromático. Aunque es frecuente la elaboración de vinos dulces con estas uvas, también se aprovechan para conseguir vinos secos con un magnífico y característico aporte aromático. Esta uva podemos encontrarla desde el centro peninsular hasta el sur (Málaga) o el arco Mediterráneo (Valencia). Se utiliza en la elaboración de muchísimos vinos.

Vinos recomendados: Oveja Blanca; Enrique Mendoza

Es una uva muy utilizada en la elaboración de vinos blancos, cavas y vinos dulces. Al igual que la anterior, es una uva con un potencial aromático importante aunque, tal vez, no tan expresivo como la moscatel. Su origen parece estar en la cuenca mediterránea y es frecuente encontrarla en diversas regiones de Cataluña, así como en Canarias o Levante. Sus mostos son sutiles y equilibrados, manteniendo una interesante relación entre acidez y potencia aromática.

Vinos recomendados: Alba (coupage con Viura y Garnacha)

Es la uva típica de la zona centro, especialmente de Rueda. Sus mostos producen vinos muy aromáticos y florales, si bien siempre suelen ser secos. En general, los aromas de esta uva recuerdan mucho a las frutas tropicales. Su capacidad de envejecimiento y su nobleza, permite conseguir vinos de gran recorrido y complejidad.

Vinos recomendados: Circe, José Pariente, La Chalada

Uvas del norte

Estas son las variedades que más frecuentemente se utilizan en la elaboración de los grades vinos blancos del norte peninsular. De hecho, sus nombres han terminado denominando a las regiones de las que proceden, más allá de la designación geográfica. Es el caso de los albariños, godellos o txacolis. Estas son las principales:

Es una uva pequeña con la que se elaboran la mayoría de los vinos de las Rias Baixas. Mucha gente la relacionan con la gewürztraminer alemana, estableciendo una relación de parentesco entre ambas. Su virtudes aromáticas y gustativas son muy destacadas. Si hemos probado una albariño, su olor y sabor se quedarán para siempre en nuestra memoria. Produce unos mostos elegantes, florales y algo cítricos y acepta muy bien la crianza y fermentación en barrica. Se trata de una uva muy noble que produce grandes vinos.

Vinos recomendados: Tricó; Lagar de Cachada; As Voltas

Es una uva característica del noroeste peninsular. Podemos encontrarla desde el Bierzo hasta Galicia. Sus mostos son de un color amarillo verdoso (por eso en algunos sitios la llaman “verdello”) y mantienen un excelente equilibrio entre acidez y aroma. Los vinos de godello suelen tener un aroma y sabor más contenido que los albariños, aunque resulta muy similar su caracer floral y frutal.

Vinos recomendados: Viña Abad Summum; Cojón de Gato

Uva autóctona de Galicia, aunque también se puede encontrar en Portugal. Es un tipo de uva muy presente en la zona de Ribeiro, pero también es la segunda variedad más presente en Rias Baixas. Sus racimos son de granos pequeños y apretados. Los vinos de esta variedad se caracterizan por ser aromáticos y finos con una nariz muy frutal. Las notas balsámicas de sus mostos confiere elegancia a estos vinos. El resultado final suele ser muy sabroso y de acidez equilibrada.

Vinos recomendados: Pájaro Loco; Alberte

Esta es otra de las uvas autóctonas gallegas, especialmente del sur. Con ella se elaboran también los conocidos “vinhos verdes” portugueses. Su excelente acidez y bajo contenido alcohólico facilita la elaboración de vinos muy amables con esta variedad. Los vinos de Loureiro tienden a la fácil oxidación, por lo que conviene su consumo temprano para aprovechar sus virtudes en plenitud. Cuando aparecen mezcladas con otras variedades, aportan frescura y cierta chispa al resultado final.

Vinos recomendados: Davila; Cholo, Quinta do Ameal

Uva autóctona del País Vasco y es la base de la mayoría de los txakolí De racimos compactos y granos pequeños, que producen unos mostos frescos y ligeros. Los vinos elaborados con esta variedad tienen una alta acidez y un fino carbónico que resulta muy caracteristico (algunas veces recuerda a la sidra). Son vinos de una delicada intensidad aromática con tonos cítricos e importantes recuerdos herbáceos.

Vinos recomendados: Txomin Etxaniz; Artadi Izar-Leku; Itsasmendi

Uvas de uso específico

Algunas uvas autóctonas, aunque se utilizan en la elaboración de muchos vinos, han pasado a identificarse con elaboraciones específicas. Ese es el caso, por ejemplo, de la uva típica del cava o de la que se utiliza en la elaboración de licorosos del sur.

Esta uva, junto a la macabeo y la parellada, forman la trilogía del cava. La xarel-lo aporta acidez; la macabeo, grado y la parellada finura. La xarel-lo produce mostos con alto contenido de azúcar y aromas afrutados. Estos vinos son suaves y sedosos, manteniendo un buen equilibrio entre acidez y frutosidad.

Vinos recomendados: Agustí Torelló Brut Nature

Es la uva estrella de todos los grandes licorosos del sur: desde los manzanillas hasta los generosos. Esta uva produce vinos de graduación media con un color amarillo pálido. En la elaboración biológica sus levaduras generan un “velo flor” que caracteriza a los manzanillas, finos, olorosos y amontillados procedentes de esta uva. Proporciona una sutileza aromática muy interesante con tonos salinos y almendrados inconfundibles.

Vinos recomendados: Micaela; Pando; Dorado

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